15 de enero de 2017

ACOSO ESCOLAR, ¡¡ BASTA YA!!




               



  El pasado martes, 10 de enero de 2016, fallecía en trágicas circunstancias, una niña, Lucía, de 13 años, como consecuencia del ACOSO ESCOLAR que venía sufriendo desde hacía algún tiempo.
  SI ME QUERÉIS VER; TENDRÉIS QUE IR A MI TUMBA. Esas palabras las escribió Lucía semanas antes, en una carta de despedida. A pesar de que la carta se descubrió, nada se pudo hacer para evitar su suicidio.
  ¿CUÁNTAS MUERTES DE ESCOLARES HACEN FALTA PARA QUE SE TOME EN SERIO ESTA LACRA SOCIAL QUE ES EL ACOSO ESCOLAR?. 
  No veo a las puertas de los centros de enseñanza, ayuntamientos o cualquier institución pública a nadie manifestándose ante este doloroso hecho. ¿Por qué? 
  El acoso escolar siempre ha existido, sin embargo, ha aumentado considerablemente en los últimos años con el acceso a las nuevas tecnologías ( el ciberacoso). Realmente, solo salta a los medios de comunicación aquel caso que termina en un centro hospitalario o en el cementerio, sin embargo, aquellas "víctimas", muy numerosas, que "sobreviven" al maltrato día a día, en silencio, verán afectado su rendimiento escolar, sus relaciones con los compañeros, su autoestima ,.. y las secuelas ( trastorno por estrés postraumático, tendencia a la depresión...), seguramente las tendrán de por vida.

  Lucía estudiaba en un centro de Murcia. La región de Murcia se encuentra a la cabeza en porcentaje de niños que sufren acoso escolar, según una encuesta de la ONG Save de Children, realizada entre 21.487 estudiantes de toda España entre 12 y 16 años. Mientras que España presenta una media de un 8,1%  de niños que sufren acoso escolar ocasional y un 1,2% acoso frecuente, Murcia  tiene un 11% de acoso ocasional y un 2,8% de carácter frecuente. ¿Por qué?

 ¿Qué es el bullying? . El bullying es el maltrato físico y/o psicológico deliberado y continuado en el tiempo que recibe un niño o adolescente por parte de otros, con el único objetivo de dañarle y someterle. Puede implicar  silencios, amenazas, agresiones físicas, burlas, rechazo, sometimiento, exclusión...Unos forman parte activa, siguiendo las instrucciones del agresor originario, mientras que el resto, la inmensa mayoría, hace como "no darse cuenta" de lo que sucede para no tener problemas.
La víctima se siente sola e indefensa, incapaz de solucionar el problema por sí misma. Decidirse a contarlo a un adulto(padres y profesorado) tiene sus "inconvenientes", por eso muchos no lo dicen.:
  - Puede que no le crean: exageras, son cosas de críos, ignóralos.
  - Puede que los acosadores tomen represalias (ya le han amenazado en el caso de contarlo)


     Un apodo humillante, el insulto, la risa burlesca ,un empujón repentino, ridiculizarte, hablar en voz baja cuando pasas... se llama violencia. Se llama MALTRATO ENTRE IGUALES. NADIE TIENE DERECHO A HACERLO Y TODOS TENEMOS EL DEBER DE EVITARLO.
  
  Padres y educadores debemos estar atentos a toda una serie de síntomas (tristeza, ansiedad, somatizaciones, insomnio,...) a través de los cuales podemos detectar cuando el niño es víctima de acoso, aunque no nos engañemos, es difícil porque muchas veces el propio crío se siente culpable de esa terrible situación que está viviendo y niega lo que le ocurre.

  La EDUCACIÓN se adquiere en casa. Los niños aprenden lo que viven y su gran escuela son las personas con las que conviven . Imitan a sus padres en la forma de hablar, de caminar, de comer,.. Los valores que los padres lleven a la práctica, serán asumidos por los hijos, de ahí la importancia de la conducta de los adultos ante los críos. Esta sociedad, sin embargo, está dejando la educación de los niños, por falta de tiempo, en manos de la televisión, las nuevas tecnologías y, en menor medida, en la escuela. Digo en menor medida porque hoy en día, en este país, la enseñanza y la figura del profesorado está muy devaluada. No creo que haya existido ninguna otra época en la historia de la Humanidad que personas sin ninguna formación como docente, se permitan decirle a un profesor-a cómo debe hacer su trabajo.

    Me gustaría finalizar mi comentario pidiendo a esta sociedad que cuidemos a nuestros niños y niñas y no porque "son nuestro futuro", como tantas veces se oye decir, sino porque son el presente y merecen toda nuestra consideración, respeto y amor. No podemos virar la cara cuando en el patio del recreo un niño está siempre solo; no vale con decir es insociable, rarito,.. ¿Es, de verdad, su elección?


                

                El ENCARGADO
                



 JAVIER CID (Entrada de 5/02/2018)

  El ACOSO ESCOLAR desgraciadamente, sigue causando víctimas a diario y, en lugar de menguar, crece a un ritmo vertiginoso.
  Desde hace unas semanas, un "post" en el que el periodista del diario EL MUNDO relata el ACOSO que sufrió en el colegio hace 25 años por ser homosexual se ha convertido en un referente anti homofobia en la Red, además de, una vez más, llamar la atención sobre un fenómeno al que todavía no se le atiende de la manera que requiere.
 
  El detonante para que JAVIER CID recordara su pasado más triste, cuando fue objeto de  bullying, ha sido el que sus antiguos compañeros de colegio ("sus verdugos") idearan un grupo de W
hastsApp para organizar un reencuentro de antiguos alumnos.
 La reacción del periodista fue, como él mismo dice, el escribir un post para desahogarse,
  Este es su escrito:

  El periodista Javier Cid. E. M.



" Llegó la hora. Sólo le pido a Dios, o a esas fuerzas vaporosas que mueven el mundo, que me alcance la vida para hacer mi revolución a tiempo. Necesito unos días, solo unos, y ya entonces podré morir en paz, con gran algarabía de pamelas en mis funerales. Hace 25 años que dejé el colegio, lo que venía llamándose la EGB, y con tal efeméride he sido incrustado en un chat de whatsapp con todos mis ex compañeros. Se está promoviendo un encuentro para festejar lo felices que eran hace un cuarto de siglo, cuando no tenían más runrún adolescente que jugar al fútbol y destrozarme la vida. Yo, que tengo poco que festejar de aquellos años terribles, guardo silencio. Leo los mensajes agazapado, enlutado en todos los recuerdos que me acorralan desde hace días. Sólo espero el momento de atacar; entonces, cuando pongan día y hora a su reencuentro miserable, escribiré una soflama tremenda que ya barrunto en mi cabecita loca. No estuvo el fútbol entre mis virtudes, pero sí el don de la escritura, y con esa lanza de palabras como balazos pienso clavarles mi desprecio. Por las pintadas de 'maricón' en las paredes del colegio. Por los cabezazos con los que me partisteis el labio y me rompisteis, también, un poquito por dentro. Por aquella tarde de invierno (había tanta nieve, la siento todavía hoy en las mejillas) en la que me destrozasteis una bici nueva al despeñarla por El Barranco, aquel paraje inhóspito del barrio en el que años después yo perdería mi virginidad, menuda paradoja desesperada. Por humillarme, por avasallarme, por robarme las ganas, la risa y las palabras, porque me arrancasteis las ganas de hablar, de decir, de ser, durante una niñez que parecía no acabarse nunca. Con 14 años me libré de vosotros, creí que por siempre, y ahora resucitáis en un grupo de whatsapp que me sonroja, pues será que no os queda ni un trocito de vergüenza. Por eso voy a responderos en un post legendario, un ajuste de cuentas que hará historia. Será el mejor texto que escribí nunca, mi pequeño legado a la Humanidad. Por justicia poética, me voy a vengar con lo único que tengo, que es mi pluma. No lo haré por mí, pues tengo más agallas que todos vosotros y a hostias me hicisteis más fuerte. Me hicisteis un hombre. Me hicisteis ganar. Lo hago por mi madre, a la que los golpes le dolieron más que a mí. Y lo hago por los chavales que aún hoy soportan lo insoportable, pues las peores guerras a veces se suceden entre pupitres. Os voy a dejar sin aire, hijos de puta. Y entonces, ya sí, cerraré esa puerta de una puta vez. Y ahora, si me disculpáis, voy a cenar callos con garbanzos, que son buenísimos para el vigor. Y, por cierto, me queda el consuelo de saber que habéis visto, al menos en foto, lo bueno que estoy ".

  Comenta Javier Cid: "Éste es el post que, por las extrañas leyes que rigen el ciberespacio, se ha expandido como una metástasis. Se ha generado un fascinante debate sobre mi odio o mi sed de venganza, sobre el poder sanador de las palabras, sobre la inocencia de unos agresores que no sumaban más de 12 años. Yo perdono, claro que perdono. Pero lo de olvidar ya no está en mis manos. Pero siento la obligación de decirles que no lo hicieron bien. Como a los perros cuando orinan sobre el parqué. Lo que hagan ellos con mi discursito -asumirlo, masticarlo, pensarlo, desecharlo- ya es cosa suya".


  El texto de Javier es duro para muchos - los que seguramente no han sufrido directamente o indirectamente acoso- porque dicen que habla de venganza y odio, pero ¿tampoco tiene derecho a expresar valientemente sus sentimientos después del horror vivido?. En esta sociedad hipócrita, en lo que todo se enmascara (para "quedar bien"),resulta alentador que alguien comparta no solo lo sufrido sino el dolor amargo de ese recuerdo. 

  Tengo la esperanza de que aquellos verdugos, seguramente hoy padres, tíos, ...,hayan cambiado de actitud y hayan fomentado en sus hijos, parientes y amigos, amor y tolerancia por las personas que les rodean...

  Cuando pienso en los niños y niñas que a diario sufren acoso, la mayoría de las veces en silencio... Cuando pienso en los que se han suicidado, incapaces de ver luz al final de ese túnel. Cuando pienso en la impotencia y el dolor de los padres y madres de esos críos...Cuando pienso en el silencio cómplice de aquellos que saben lo que está sucediendo y no hacen nada... Me pregunto:

 . 
 ¿Cuándo se tomarán medidas efectivas en los centros escolares para eliminar el acoso?. ¿Cuándo se dejará de tener miedo a enfrentarse al acosador-a?.


 ¿CUÁNDO?

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