CARNAVAL TRADICIONAL DE CANARIAS.EL CARNAVAL




ORÍGENES DEL CARNAVAL EN CANARIAS

Sus orígenes se remontan prácticamente a las primeras décadas tras la conquista del archipiélago, aunque no será hasta los siglos XVI y XVII, cuando quede consolidado y generalizado entre las clases más pudientes de la época, debido al establecimiento de ricos e importantes comerciantes procedentes desde Italia, que traen esta fiesta con ellos. Las primeras manifestaciones del carnaval fueron las mascaradas:  bailes en salones, donde acudían las personas adineradas, disfrazadas con antifaces y máscaras al estilo veneciano.
A partir del S.XVIII la Iglesia prohibirá en repetidas ocasiones esta festividad, alegando que se incita a deseos carnales, lujuria y actitudes pecaminosas.
La primera referencia histórica al Carnaval data de 1574, con el baile de máscaras y disfraces celebrado en la casa del canónigo Pedro León, con motivo del matrimonio de Matías Cairasco.

En el S.XIX, el Carnaval se manifiesta, además de en aquellos salones elitistas, en un entorno familiar y vecinal, con celebraciones de disfraces y máscaras. Incluso comienzan a realizarse los primeros desfiles, paseos con música y quema de cohetes. A mediados mediados del S. XIX, las instituciones socio-culturales (las llamadas sociedades), como el Gabinete Literario de Las Palmas de Gran Canaria, Círculo Mercantil, Ateneo de La Laguna, Casinos, etc organizarán las primeras cabalgatas de carrozas y carros alegóricos seguidos de las marcaritas
En el siglo XX, la aparición de instituciones como el Club Náutico o el Club Victoria de Las Palmas de Gran Canaria, amplían el mapa carnavalero hacia otras zonas de la capital, especialmente el Barrio de La Isleta, pero con la llegada de la represión franquista se prohibió en toda España esta celebración, que en la provincia de Tenerife  se enmascaró bajo la denominación de Fiestas de invierno en 1961.

Tras la dictadura franquista, en la década de los 70 del siglo XX, se recuperan las fiestas de carnaval. En la provincia de Tenerife no se habían suprimido al haberles "cambiado del nombre", pero en la de Las Palmas sí. En esta provincia se recupera el carnaval, siendo una imitación del de la vecina provincia. Atrás quedan las mascaritas, y lo que se impone es el disfraz y el intentar imitar el carnaval carioca. De hecho, es en 1976 cuando la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria  recupera el Carnaval como fiesta popular, gracias al interés mostrado por un vecino del barrio de La Isleta, Manolo García, que organiza una cabalgata de disfraces.



¿QUÉ ES UNA MASCARITA?
La mascarita es la persona que en carnaval se disfrazaba, aprovechando para ello, telas o sábanas viejas, ropas estropeadas, pieles de animales... con los que se hacían los disfraces y las distintas máscaras con que cubrían el rostro. El mantener oculta la cara les permitía bromear con la gente. Este acercamiento iba precedido de la pregunta ¿Me conoces, mascarita? .
El Carnaval era una fiesta con dulces especiales para el momento, como es el caso de las tortitas de carnaval o las sopas de almendra de La Palma.
Las mascaritas se vestían con ropas usadas de los familiares mayores. La mujer se vestía con ropas de hombres: pantalón, camisa, corbata, chaleco, chaqueta y sombrero; las manos a veces se las tapaban con un calcetín viejo. La cara la cubrían con una talega blanca, recortando el orificio de los ojos, la nariz y de la boca, o bien se colocaban un velo. Podía encontrarse alguna máscara con la ropa al revés, dando la sensación de que caminan hacia atrás. 
El hombre se vestía de mujer con chanclas, calcetines, medias estropeadas, faldas y blusas o trajes enteros, pañuelos en la cabeza, sombrera y cara cubierta igual que la mujer. Tanto uno como otro solían falsear la voz para que no les conocieran.



EL CARNAVAL TRADICIONAL  DE CANARIAS

Las reminiscencias del Carnaval Tradicional en Canarias se encuentra en las
actividades que de forma colectiva se transmitieron de generación en generación, pervivieron en el ámbito rural y estaban relacionadas directamente con la finalización del invierno. A través de disfraces, máscaras, bailes y los productos propios de las fechas, se viven momentos de evasión con una fiesta ligada a las creencias y al pasado.
  En Canarias persisten numerosos iconos ligados al origen del carnaval. Los empolvados de La Palma, la Tarasala o serpiente de Lanzarote (hay referencias desde 1544), el carnaval de la Aldea de San Nicolás (Gran Canaria), los Diabletes de Teguise (hay referencias desde 1777), los Buches de Arrecife (con referencias desde 1711), el Toro de Tao y Tiagua y otros muchos, son reminiscencias de las viejas tradiciones festivas.


BAILE DE PIÑATA
Desde hace mucho tiempo, los Carnavales se celebran en nuestra tierra en las vísperas de la entrada de la Cuaresma (el Miércoles de Ceniza se inicia la Cuaresma); de hecho, se comenzaba con el llamado Carnaval Chico o Carnaval de Piñata, el primer domingo de Cuaresma. 

Las mascaritas  se iban encontrando por los caminos en dirección al baile, donde aprovechaban para darse algunas bromas. Al llegar al lugar del baile, se reunían en el salón, los tocadores se colocaban en una esquina para amenizar el baile con parrandas de cuerda, a veces se oían acordeones o la presencia agradable de un violín, tocaban aires alegres que les permitiera bailar en pareja (realidad poco habitual), se escuchaban isas, mazurcas, rancheras, pasodobles, joropos, rumbitas …
 La piñata tenía un parecido con una naranja, a lo grande, cubierta de telas de colores y de la cual colgaban muchísimas cintas también de colores. Una de éstas abría el mecanismo por donde caían los objetos del interior, frutos secos, harina, caramelos, gofio, huevos, chucherías, algún ratón o conejo pequeño...Baile de piñata
  
LANZAROTE 
Esta isla cuenta con dos tradiciones carnavaleras bastante conocidas, los Buches y los Diabletes. Los primeros tienen su origen en las antiguas ceremonias de ofrendas al mar y los segundos representan a los antiguos machos danzantes.
  Pero también existieron otras figuras no tan conocidas como es el caso de los Toros de Tao y Tiagua. Esta tradición tiene su origen en el punto de unión de ritos y costumbres africanas y americanas: “Las cuadras de la señorial casa de don Pedro Cabrera fue uno de los escenarios donde nació la máscara de los toros de Tiagua”, afirma Francisco Hernández, asesor cultural del Ayuntamiento de Teguise, utilizando sus habitantes el modelo de las vacas del lugar para confeccionar el disfraz, con sus esquilas y adornos. Entre las personas que potenciaron la tradición de estas máscaras encontramos a Jordán López Pérez y don Juan Parrilla, a los que acompañaban en sus desfiles una animada parranda.

  "Los hermanos López Pérez fueron los encargados de llevar al pueblo de Tao la tradición de las máscaras de toro, y con el aporte de las famosas parrandas del pueblo, conocidas en toda la Isla, fue tomando raigambre esta celebración carnavalera que aún recuerdan las personas mayores de la vecindad". 

                                                                 toros-tao-1

En los carnavales de 2009  vecinos de Tao recuperaron esta vieja costumbre de pasear en medio del jolgorio y la parranda a los toros de carnaval.

 Los Diabletes de Teguise, Lanzarote
Según los estudiosos del tema, inicialmente los diabletes formaban parte de la festividad del Corpus, pero con el tiempo se trasladó al carnaval y al igual que los buches y los carneros, están relacionados con los ritos para propiciar la fertilidad. El disfraz de diablete es una alegoría al chivo (macho cabrío) y al diablo. La máscara tiene forma de cabeza de toro negro, con grandes cuernos y una larga lengua roja. La vestimenta es estampada con rombos listados negros y rojos. Llevan correajes cruzados de los que cuelgan pequeños cencerros y un palo con un pequeño saco lleno de arena o trapos, con el que golpean el suelo, gritando, persiguiendo y asustando a niños y jóvenes por las calles.
La parranda marinera de los Buches, Lanzarote.
Son una tradición de la que se tiene noticia desde el S. XIX, en una referencia realizada por el viajero René Verneau. Esta tradición tiene lugar el martes de carnaval por las calles de Arrecife de Lanzarote, donde un grupo de hombre, ataviados con una vestimenta similar a la utilizada por los campesinos lanzaroteños de principios del S. XX y tapados los rostros con caretas confeccionadas con redes, van cantando y propinando golpes con voluminosos buches de pescado- previamente inflados y secados al sol- a todo aquel con el que se encuentra.  A cada momento entran en las casas y se ponen a bailar hasta que se les haya servido un vaso de vino o de aguardiente. Desgraciado de aquel que rehúse aceptar esta costumbre. Enseguida asaltaran su casa. Esta costumbre carnavalera tiene antecedentes en diversas localidades españolas, aunque en lugar de buches usan vejigas de cerdo.
  Las canciones que canta la parranda de los buches son, en general, pasacalles y animadas melodías que, en mucho de los casos, hacen alusión a Cuba o a costumbres marineras en general. El acompañamiento es realizado con guitarras, laudes, timples y “forito” (acordeón), así como diversos instrumentos de percusión como la “batea” y el “pito de agua” con forma de barco.
El paseíto de D. Tomás es uno de los temas que aún se conservan del folclore marinero, cantando antiguamente en tiempos del carnaval.
  Según los estudiosos, el origen de los buches, estaría en una tradición de la antigua Roma, representada por los LUPERCI (adoradores de la loba que amantó a Rómulo y Remo), que salían por las calles desnudos golpeando a las mujeres con un trozo de piel de macho cabrío con el fin de propiciar la fecundidad.  Esta tradición encuentra su paralelismo en los carneros del hierro. (Buche de pescado)

EL MATA CULEBRA (La Palma y Tenerife)
Este ritual del Mata Culebra forma parte del llamado "folclore de emigración" y era característico de las comparsas ñáñigas, propias de las luchas por la libertad de los esclavos en la Cuba del siglo XIX. En este espectáculo aportado por los emigrantes que regresaron de Cuba, se trata de simular el matar una culebra, símbolo del ser maligno, a través de música, danza y representación.  En Cuba fue la expresión burlesca de los esclavos de color representada por los negritos y el mayoral (amo y único personaje blanco) donde el colectivo, que a fuerza de látigo impone matar la culebra mientras van cantando como si un pie de romance fuera.
VÍDEOS: El mataculebras
                   Matar la culebra


LLEGADA DEL INDIANO O BATALLA DE LOS POLVOS TALCOS (La Palma)
El Carnaval de Santa Cruz de La Palma está marcado por la celebración durante el lunes de Carnaval del desembarco de Los Indianos. La comitiva parte desde la Avenida de Los Indianos hasta la Plaza de la Alameda, a ritmo de sones cubanos, en medio de una batalla campal de polvos de talco. El único requisito es ir vestido de impoluto  blanco de los pies a la cabeza.
  Los indianos (el término proviene de los que emigraron a Las Indias, tierras americanas) son aquellos emigrantes retornados de Cuba, que a su llegada hacían alarde y ostentación de la riqueza obtenida en aquellas tierras.  

  Por ello emulan a los emigrantes ricos que regresaban a la Palma elegantemente vestidos con blondas y encajes, trajes de impecables linos blancos y tonos crudos, guayaberas, coches descubiertos, niños ataviados de marinerito, maletas antiguas hechas de madera, sombrillas, sombreros de época, billetes, habanos, mulatas, jaulas con loros...
  En cuanto al origen de esta fiesta, hay varias teorías.  Una sostiene que en uno de sus viajes en barco, los indianos llevaron un cargamento de harina en el barco que se arruinó en el travesía y terminó tirada en el muelle. Era carnaval y a algunos se les ocurrió hacer una guerra con ella.  El hecho derivó en tradición y hoy se sustituye por talco. Otra plantea un posible paralelismo con rituales de blanqueo de la piel de las comunidades “ñáñigas” incorporados a la cultura cubana por los descendientes americanos. También se oía decir que este empolvado exagerado tenía su origen en los delicados polvos cosméticos de maquillaje que usaban las damas palmeras llegadas del Caribe.  Muy morenas por el sol de allí, a fin de ocultarlo y de presentarse ante la expectante sociedad de La Palma con la tez lo más blanca posible, pretendían, como signo social de diferenciación, distinguir entre los amos y los esclavos y sirvientes negros que componían la rica comitiva.
                Los indianos en la Palma
                    Los Indianos
                   Solo polvos de talco 1
                  Solo polvos de talco 2




LAS VIEJAS A CABALLOTAS (La Palma)
Es una apuesta del Carnaval de Los Llanos de Aridane en la isla de La Palma. Es una aportación que ha ido arraigando en el tiempo, donde un personaje se divierte en sí mismo pero portando la simbólica representación de dos en uno, mostrándose una visión estética de una mujer mayor que aparenta llevar a la pela a un muchacho joven, todo ello en el marco del acercamiento a los ritmos de polcas en las que se enmarca esta cultura reciente del Carnaval.
VÍDEO: Viejas Caballotas de Merida
             Viejas Caballotas



LOS CARNEROS DE EL HIERRO
La localidad de Tigaday, municipio de Frontera en la isla de El Hierro, conserva el Carnaval denominado de “Los Carneros”. 

Un grupo de jóvenes, el Martes de Carnaval, se tiznan el cuerpo con carbón o betún, luego se cubren el cuerpo con pieles de ovejas y las caras con cabezas de carneros disecadas, se amarran a la cintura varias cencerras y salen por los caminos y las calles a media tarde corriendo tras la gente para estregarse su cuerpo al del viandante con la intención de embestirles, asustarles y tiznarlos.
  A este grupo les acompaña un personaje que no lleva cabeza de carnero y que denominan “el loco”, el cual lleva arrastrando por el suelo unas cadenas amarradas a los tobillos y un machete en la mano que igualmente arrastra contra el suelo, siendo muy temido por el ruido que va emitiendo, unido a las chispas que salen del arrastre del machete. 


LOS ARCHIPENCOS (Fuerteventura)

Los "Artilugios Carnavaleros Hidrodinámicos Impulsados Por Energía No Contaminante, Obviamente", Achipenco, en Puerto del Rosario, dan otra dimensión ecológica y alternativa como contenido de la diversión, la creatividad y la participación en la apuesta del Carnaval Medioambiental. Alegría y colorido la bahía de Puerto del Rosario atraen a varios miles de personas por la singular ´carrera´ en la que no gana el primero en llegar a meta, sino aquel que demuestre la originalidad de decorados y sus elementos de flotación. 




CARRERA DE ARRETRANCOS (Fuerteventura)

La carrera de arretrancos de los carnavales de Puerto del Rosario es una “carrera automovilística” llena de imaginación y humar de temática libre en la que se valorara especialmente la originalidad del diseño, no la velocidad o rapidez de los artefactos en la carrera.




EL CARNAVAL DE LA ALDEA (Gran Canaria)
Muchos de los informantes consultados en la investigación realizada en el año 1988, aseguraban que antiguamente solían vestir a los niños de cabras y machos, con cencerros y pieles y que iban por los caminos y las calles del pueblo a modo de ganado con una o dos personas mayores que eran y hacían de pastores.
  En la representación que hacen los miembros del Proyecto, a los niños se les disfraza con zaleas o pieles de cabra y se les tizna la cara, manos y piernas de negro. Un adulto les acompaña, haciendo de pastor, recordando costumbres ancestrales que tienen que ver con los rituales de fertilidad. 

 
EL ENTIERRO DE LA SARDINA
El Entierro de la Sardina, aunque no es exclusivo de Canarias, se encuentra muy generalizado por todas las islas. Se celebraba originariamente, el Miércoles de Ceniza, día que comienza la Cuaresma-, aunque actualmente en muchos municipios no es así.
El día del Entierro, la Sardina es paseada por las calles acompañada por las mascaritas vestidas como el clero o como viudas, llorando desconsoladamente porque se muere Don Carnal (representado en forma de sardina), preso del fuego de la hoguera, y llega Doña Cuaresma.
Antes de que surgiera la costumbre del Entierro de la Sardina como punto final del Carnaval, en numerosos lugares de Canarias existía la costumbre de coger un tronco, al que se le atravesaban palos para usar como asideros, en el centro se colocaba una vela encendida y en lo alto se ponía un sombrero para simular una forma humana; esta tradición se seguía en zonas de Gran Canaria, como Agüimes o Agaete. 
Pero además, existía la costumbre de quemar muñecos, como ocurre desde hace años con la quema de la Sardina, como el Rascayú, el Crispín de la Orotava o el Sansusino (tradición de origen portugués según parece) de Garachico, etc.
                                  Sansusino, en Garachico
                                   
En una columna titulada El entierro del monigote, del periódico tinerfeño El Abejón, 24/04/1887, se puede leer: como cualquier otro pueblo de la cristiandad, guardan la inveterada costumbre de enterrar la sardina el Miércoles de Ceniza. Y este año salió el tradicional monigote (...).
También el periódico herreño El Deber, el 28/02/1921, nos aporta otra noticia del tradicional muñeco: El entierro de la Sardina también resultó una buena nota de entretenimiento, pues después de recorrer las principales calles de la villa, terminó la parranda, ya oscurecido, en el pico denominado Asabranes, con la reducción a cenizas del muñeco artísticamente arreglado al efecto.

PARA CONSULTAR:  carnaval en Canarias
Entierros de la Sardina tradicionales, artículo de la revista digital Bienmesabe ( 10 de febrero 2005, nº39)


EL CARNAVAL TRADICIONAL EN OTRO LUGARES DE ESPAÑA

CASTILLA Y LEÓN
Se celebran carnavales tradicionales en: Cebreros (Ávila), Aguilar de Campoo (Palencia), Miranda del Castañar y Ciudad Rodrigo(Salamanca), Mucientes (Valladolid), Hontoria del Pinar (Burgos), Toro (Zamora)...
En la provincia de León: La Bañeza, Llamas de la Ribera y Velilla de la Reina.

GALICIA: ENTROIDO
En Galicia al carnaval se le conoce como entroido, y es una fiesta tradicional que en cada uno de los diferentes entroidos existe un personaje característico que anima de diferentes maneras las calles del pueblo. En Laza están los peliqueiros, en Verín los cigarróns y en Viana las tamborradas y los boteiros.
El Entroido de Laza es considerado como el de mayor antigüedad de toda Galicia. El Miércoles de Ceniza es el momento más importante de este carnaval, y la gente recorre las calles con antorchas (fachós). El domingo por la mañana aparecen los peliqueiros con su vestimenta típica: cencerros en la cintura, una máscara labrada en madera terminada en un semicírculo haciendo de sombrero con símbolos totémicos y un látigo en la mano, al que llaman zamarra, y con el que fustigan a cualquiera que se cruce en su camino. También arrojan a la gente hormigas y harina.
La mañana del lunes viene marcada por la farrapada: batalla con trapos (farrapos) manchados de barro. Por la tarde tiene lugar la Morera: un vecino del pueblo se disfraza con una máscara de cabeza de toro fabricada de madera y una manta sobre la espalda e intenta atacar a las mujeres.

El Entroido de Verín está considerado como uno de los carnavales más representativos de Galicia. Los cigarróns son los "personajes" más representativos: hombres disfrazados con una máscara fabricada en madera y pintada de forma que destaquen sus cejas, sus mejillas rojas y y su enorme sonrisa irónica. Sobre la más cara llevan una especie de sombrero prendido, con pinturas de colores muy vivos, que normalmente representan el sol y la luna.
El entroido de Viana do Bolo es uno de los Carnavales más ancestrales de toda Galicia. El Domingo de Entroido se celebra el desfile de Foliones: grupos de 30 o 40 vecinos con máscaras diferentes que portan bombos que percuten por las calles. Cada grupo representa una parroquia.
Los boteiros son personajes de este entroido que cuentan con trajes muy elaborados y de bello colorido; llevan máscaras terminadas en una especie de corona floral.

                                        Entroido de Viana



CARNAVAL DE GUADALAJARA
El Carnaval de Villares cuenta con siglos de historia. Un grupo de hasta 12 vecinos van por las calle de Villares, convertidos en vaquillones, corriendo tras la gente del pueblo, especialmente las mujeres, para embadurnarlas de hollín. Su indumentaria es muy llamativa: portan en sus hombros las amugas ( angarillas de madera en las que se llevaba antiguamente la leña y la mies, cuya parte delantera se remata con cuernos de vaca, mientras que de la posterior se cuelgan numerosos cencerros), unas capas rojas, ocultan su rostro tras una máscara de arpillera - que deja poco espacio para los ojos -, un sombrero de paja, pantalones de pana y albarcas. En la boca llevan un silbato o chiflo, fabricado de vejiga de cerdo, que emplean para comunicarse entre sí sin ser reconocidos.



   


EL CARNAVAL EN OTROS LUGARES DEL MUNDO

EL CARNAVAL VENECIANO
El Carnaval de Venecia tiene sus orígenes en la Edad Media.   Por una noche la nobleza de la ciudad se disfrazaba para bailar y disfrutar junto a la plebe sin ser reconocidos. El pueblo llano, por su parte, contaba con el beneplácito de las clases más altas para criticar e insultar a sus señores sin temor a ser castigados por ello. La máscara. 
 Los seguidores del Carnaval de Venecia acuden al mismo portando una clásica máscara veneciana, que puede estar hecha de varios materiales y presentar varias expresiones, pero tiene una característica que la hace única: es de color blanco, aunque también puede ser dorada o plateada.
 Otro elemento característico de este carnaval lo conforman los trajes que viste la gente. Se trata de trajes muy elaborados inspirados en modelos de los siglos XVI y XVII. El carnaval veneciano dura diez días. 

Traje y máscara de carnaval en el escaparate de una tienda de Venecia


CANCIONES PARA EL CARNAVAL DE CANARIAS A PARTIR DE LA DICTADURA FRANQUISTA:

VÍDEO: CELIA CRUZ: la vida es un carnaval
               Wilfrido VARGAS: mami que será lo que quiere el negro
               Wilfrido VARGAS: Abusadora
               GEORGIE DAWN: Carnaval, carnaval

              ELVIS CRESPO: Suavemente

               PARRANDA CUASQUÍAS: Himno del carnaval