14 de enero de 2019

NADIA BOULANGER, ¿LA MEJOR MAESTRA DE MÚSICA DE TODOS LOS TIEMPOS?




                                                   French composers Nadia Boulanger (1887-1979) and Lili Boulanger (1893-1918) in 1913. Date 1913 Source Bibliothèque nationale de France
   
                                                 Nadia y Lili Boulanger.

Bruno Monsaingeoncineasta, escritor y violinista, a finales de los años setenta del pasado siglo, tuvo la oportunidad de hablar con Nadia Boulanger cada jueves, y fruto de ese contacto surgió su libro: Mademoiselle.Conversaciones con Nadia Boulanger (edt. Acantilado),  

Leer ese libro ha supuesto un gran descubrimiento y una enorme satisfacción, pues hasta ese momento  ignoraba la existencia de las hermanas Boulanger, Nadia y Lili. A pesar de las elogiosas críticas que recibió y recibe el trabajo de las dos hermanas en el campo musical, quizás el hecho de ser mujeres ha impedido ese conocimiento y reconocimiento equiparable al de sus colegas varones; no obstante, esa circunstancia no fue una barrera para que ellas alcanzaran sus metas.
Los tiempos están cambiando y con toda seguridad  en unos pocos años, estas músicas serán ampliamente conocidas y reconocidas dentro y fuera de los estrictos círculos musicales. 

  Pero...¿quién es Nadia Boulanger?

  

                        Yehudi Menuhin y Nadia Boulanger en el Festival de Bath en 1960.
Haber sido alumno de Nadia Boulanger influyó de forma decisiva en mi manera de entender la música. (John Eliot Gardiner) 

En lo que se refiere a la pedagogía musical y, por extensión, a la creación musical, Nadia Boulanger es la persona más influyente de todos los tiempos. (Ned Rorem) 




Nadia Boulanger (París 1887-1979) fue compositora, pianista, organista, directora de orquesta, intelectual y, por encima de todo, profesora. Hasta su muerte se le llamó Mademoiselle, murió soltera, era devota católica practicante y se calcula que tuvo más de 1200 alumnos.
Se sentía orgullosa de haber nacido en el seno de una familia con una larga tradición musical, y tanto ella como su hermana, Lili, recibieron una educación rigurosa de su madre. Comenzó sus estudios musicales con su padre, e ingresó a los diez años en el Conservatorio de París, destacando pronto como organista y pianista. Llegó a  obtener los primeros Premios de Armonía, Contrapunto, Fuga, Composición, Órgano y acompañamiento al piano. Estudió composición con G. Fauré y con Charles-Marie Widor, y acompañamiento con Paul Vidal.
En 1908 le concedieron el segundo Gran Premio de Roma de Composición.
La muerte de su hermana Lili, en 1918, le afectó profundamente (...mi vida está iluminada para siempre porque lo recibí todo de ella, le escribió en cierta ocasión a Falla), renunciando a la composición, ya que consideraba que su hermana era muy superior a ella en este campo; de hecho, convirtió la promoción y defensa incesantes del genio musical de Lili en una misión de su vida y su carrera, programando sus obras junto a un repertorio más canónico hasta el final de su trayectoria profesional. 
A partir de 1920 Nadia se dedicó plenamente a las actividades que más la atraían: la enseñanza de la música y la interpretación. En este último campo dio numerosos conciertos a lo largo de su vida (giras por EEUU, Inglaterra y Europa), consiguiendo incluso el Gran Premio del Disco Francés en 1937 por recuperar las obras de Monteverdi y grabar una selección de madrigales de este compositor. También fue pionera en la conquista de nuevos espacios musicales para la mujer: fue la primera mujer que dirigió orquestas tan importantes como la  Royal Philarmonic Society de Londres (1937), la Sinfónica de Boston (1938) y la Filarmónica de New York (1939).
Su actividad pedagógica fue, sin embargo, la que le valió un inmenso reconocimiento internacional ( está considerada como la pedagoga musical más importante de la era moderna, e incluso de cualquier otra época).Enseñó en el American Conservatory of Music, en Fontainebleau - y desde 1950 fue directora del mismo-,en el Conservatorio de París, en la Juiliard School, en la Yehudi Menuhin School, en la Longy School... y durante siete décadas en su apartamento parisino, donde cada miércoles se reunían alumnos e intelectuales.
Grandes gigantes de la música del siglo XX - Bernstein, Menuhin, Barenboim, Copland, Markévich, Piazzolla, Quincy Jones, Philip Glass, Stravinski, Elliott Carter, Gerardo Guevara,...-, tan diferentes pero tan innovadores en sus modos de hacer, estudiaron con Boulanger , que les proporcionó una base rigurosa en el análisis musical académico, pero alentando y permitiéndoles a cada uno encontrar su propio lenguaje distintivo. Ella siempre respetó y propició el desarrollo de la personalidad de sus alumnos, sin influir en su estilo; así, por ejemplo, cuando Gershwin, que ya era el compositor de Un americano en París, quiso perfeccionarse con ella en 1928, le dijo que no podría aportarle nada y que siguiera componiendo su música.
Muchos fueron los grandes creadores, compositores e intérpretes, como Stravinski, Paul Valéry, Saint-John Perse, Menuhin o Falla, con los que mantuvo intercambios musicales, intelectuales y de amistad a lo largo de su vida.


  Quincy Jones declaró que debía todo lo que era como músico a su temprana instrucción, en la década de 1950 en París, bajo Nadia Boulanger. Comentaba, de la que fue su profesora, que tenía una manera singular de alentar y provocar que aflorara la propia creatividad del estudiante. Ella solía decirme todo el tiempo: Quincy, su música nunca puede ser más, o menos, que lo que usted es como ser humano. A menos que tengas la experiencia de vida y tengas algo que decir de lo que hayas vivido, no tienes nada que contribuir en absoluto...Ella era fuerte. Realmente fuerte.



                    

                    *Entrevista a Nadia Boulanger

                   Nadia boulanger with Emile Naoumoff, Naoumoff

                    

  LILI BOULANGER

Lili Boulanger tuvo una corta vida (París,1893- Mez,1918), pero eso no le impidió obtener el premio Prix de Rome, por su obra Faust et Helene, a la edad de 21 años, convirtiéndose así en la primera mujer que obtenía tan importante galardón, que ya antes habían logrado los franceses H. Berlioz y G. Bizet.
Al igual que su hermana Nadia, estudió con G. Fauré, amigo de la familia. Lili era pianista, chelista, arpista y organista (estudió con Louis Vierne, organista de Notre Dame), pero se dedicó con ansia a la composición.
Jacques Sagot dice de ella: "La impronta de Lili sobre sus colegas varones es inmensa: influenció ostensiblemente a Ravel, Honegger, Poulenc, Milhaud y al propio Stravinski. Basta escuchar sus Sirenas (1911), para soprano, coro femenino y piano, para advertir de donde viene toda la música que posteriormente evocaría a estas mismas criaturas".
El Pie Jesu (1918) es el testamento musical de Lili, que dedicó a su querida hermana Nadia. Su temprana muerte la sorprendió cuando trabajaba en la ópera La princesa Malena.
En 1979, su hermana Nadia reposaría a su lado en el cementerio de Montmartre.
La comunidad científica bautizó el asteroide 1181(descubierto en 1927)  con el nombre Lilith para honrar a la compositora, lo que es un claro indicativo de la importancia de esta mujer música.

                   Trois morceaux pour piano, Lili Boulanger

                    

                  Hymne au Soleil, Lili Boulanger. El pianista es E. Naoumoff

                     

                     Sirenas, Lili Boulanger
                     

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